Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha (Víctor Hugo)
Estamos en el mes de la celebración de la #tierra, en donde como humanidad debemos unirnos para expresar nuestra unión para salvaguardar la #naturaleza, los seres vivos y la armonía entre todas las especies, y así cuidar y mantener nuestro hogar al cual llamamos: Tierra.
Con la resolución 64/196 del 21 de diciembre de 2009, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó que cada 22 de abril se celebraría el Día Internacional de la Madre Tierra, más conocido como el #DíadelaTierra. Los países que firmaron dicha declaración, expresaron su preocupación por el deterioro del ambiente y los daños que la naturaleza ha sufrido en consecuencia de la interacción humana con el planeta, y por ende buscar actividades y experiencias que fortalezcan la armonía entre humanidad y naturaleza, expresándolos especialmente en un día de celebración llamado: El día de la Tierra.
Según National Geographic, el 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra por unas manifestaciones que tomaron lugar esa misma fecha de 1970. En esta fecha millones de hombres y mujeres en Estados Unidos salieron a las calles a alzar la voz por el impacto de la actividad humana en el planeta Tierra.
Desde el año 2000, la ONU adoptó el concepto “Una Sola #Salud” haciendo referencia a la interacción de todos los seres humanos que habitamos este planeta llamado tierra. En donde debemos ser sensibles a los #cambiosclimáticos, #contaminación y pérdida de #biodiversidad, provocados por la negligencia de la humanidad ante los llamados de la madre tierra.
La #tecnología ante el llamado para la conservación de nuestro planeta contribuye en gran medida a apoyar a la humanidad para protegerla y salvaguardarla. Ejemplos prácticos del apoyo de la tecnología son:
1. Digitalización de la información
2. Autos eléctricos
3. Energía sustentable
4. Materiales Biodegradables
5. Construcciones inteligentes
Este 22 de Abril celebremos a nuestra Tierra, siendo receptivos en lo que cada uno puede aportar para recuperar el balance ideal entre la naturaleza y el ser humano, y siendo conscientes de que todos hemos contribuido al problema, pero también todos somos parte de la solución.