Hace algunos años, el ver que una persona fuera identificada entre miles a través de las características de su cara, su voz o por el iris de sus ojos era únicamente tema de películas de ciencia ficción.
Hoy en día, las transacciones digitales han crecido exponencialmente y por ende la seguridad digital ha tomado un papel preponderante en las actividades que realizamos a diario; por lo que muchas empresas utilizan cada vez más el uso de biométricos, los cuales por sus características específicas y a través de modelos matemáticos y estadísticos, hacen posible la identificación de las personas con un alto índice de efectividad y bajo porcentaje de error.
Existen diferentes tipos de biométricos, los cuales se pueden categorizar por rasgos específicos de comportamiento como: la firma, la escritura y el caminar entre otros. Y existen otros biométricos que en base a características físicas se consideran como estáticos: huella dactilar, reconocimiento facial, retina e iris entre otros.
Uno de los biométricos más seguros para identificación y que no cambia con el tiempo, es el reconocimiento de iris. El iris es un músculo dentro del ojo que regula el tamaño de la pupila, controlando la cantidad de luz que entra en el ojo. Aunque genéticamente idénticos, los iris de un individuo son únicos y estructuralmente distintos, lo que le permite que sea utilizado para propósitos de reconocimiento.
Hoy sabemos que cada ojo es único, y que el reconocimiento del iris, puede contener hasta 400 parámetros verificables que se utilizan en transacciones seguras como:
· Comparativo de identificación vs real (pasaportes / visas)
· Control de accesos
· Localización e identificación en bases de datos
El utilizar el reconocimiento de iris como un biométrico para el reconocimiento de personas, es un paso importante que toda empresa puede dar para incrementar la seguridad de sus transacciones; mas sin embargo es recomendable que se puedan ejecutar soluciones tecnológicas que utilicen más de un biométrico, para hacer más sólida su plataforma de seguridad.